Foto: María Elena Hechen
Paul Virilio pronosticaba que con el incremento de la velocidad se acortarían tanto las distancias que terminaría por desaparecer en el hombre el sentido del espacio y por lo tanto, toda referencia geográfica.
Nuestra relación con el mundo y la forma de percibirlo se ve modificada a partir de la polución del paisaje por lo virtual, que permite la confluencia en tiempo real de lugares distantes. Las tecnologías abren nuevas dimensiones espaciales que se superponen a las ya existentes.
Así como nuestra subjetividad cartesiana fue modelada por un concepto de espacio homogéneo y real, en base a una geografía territorial claramente delimitada, los nuevos paisajes de la electrónica son susceptibles también de devenir en una alternativa para hacerse a otros territorios existenciales.
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